Finalmente, más de un año después del desarrollo de la pandemia de covid-19, los precios del petróleo alcanzaron un máximo de 70 dólares por barril, antes de retroceder tras un ataque a las instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí.
El ataque a la industria petrolera saudí
Las fuerzas armadas rebeldes Houthi de Yemen habrían llevado a cabo un ataque con drones contra la industria petrolera saudí.
Instalaciones como Ras Tanura, de Saudi Aramco, vital para el desarrollo de las exportaciones de crudo, se vieron amenazadas por este inesperado ataque.
El impacto positivo de este ataque en otras compañías petroleras
El crudo Brent francés se utiliza como referencia y, tras este ataque, llegó a rozar los 72 dólares por barril durante un tiempo en las primeras operaciones asiáticas.
La otra referencia del mercado es el West Texas Intermediate (WTI) estadounidense, que también alcanzó tras el suceso casi 68 dólares por barril. El nivel más alto desde 2018. Después, se mantuvo en un precio que rondaba los 65 dólares.
Ambos exportadores han experimentado fluctuaciones en el mercado en los últimos meses, no sólo debido al conflicto armado en Yemen, sino también a diversos acontecimientos internacionales que están impulsando la economía mundial.
Esto ha hecho que el crudo West Texas Intermediate y el Brent mantengan una racha de hasta cuatro subidas consecutivas desde principios de año.
La semana pasada, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Afines, OPEP+, indicó que mantendría hasta abril los límites de producción inicialmente formulados, con la esperanza de que la distribución de vacunas, el paquete de estímulo económico que se espera apruebe Estados Unidos y la fuerte recuperación de China reactiven la economía.